El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y sus principales asesores están evaluando la respuesta de Estados Unidos al bombardeo a las tropas norteamericanas en Jordania. Este ataque, llevado a cabo por un grupo respaldado por Irán, dejó tres muertos y más de 30 heridos, y ha aumentado significativamente el riesgo de una guerra regional en Medio Oriente. En una reunión en la Casa Blanca, Biden se reunió con su equipo de seguridad nacional para evaluar las opciones y determinar la mejor medida a tomar en respuesta a este bombardeo.
Desde el ataque de Hamas a Israel el pasado 7 de octubre, los ataques a las tropas norteamericanas en Irak, Siria y Jordania se han vuelto frecuentes. Milicias regionales han llevado a cabo más de 160 ataques contra el Ejército de Estados Unidos desde octubre. El grupo Resistencia Islámica en Irak, respaldado por Irán, se ha atribuido la responsabilidad de este bombardeo específico, aunque Irán ha negado su participación.
Biden y su equipo están lidiando con la difícil tarea de definir una respuesta a este bombardeo y evitar una escalada que involucre a más actores en el conflicto, especialmente a Irán. La Casa Blanca ha dejado claro que no busca una guerra con Irán, pero que hará lo necesario para proteger a Estados Unidos y responder adecuadamente a este tipo de ataques. Sin embargo, no se han revelado detalles sobre cuál sería la respuesta militar de Estados Unidos.
Presión política y críticas a Biden
Mientras se discute la respuesta militar, la Casa Blanca enfrenta una fuerte presión política por parte de los republicanos en el Congreso, quienes exigen una acción rápida y determinada. Varios senadores republicanos han instado a un ataque directo a Irán como represalia por las víctimas norteamericanas, con el objetivo de enviar un mensaje claro a Teherán y al mundo.
La administración Biden ha sido criticada por su política de disuasión contra Irán, ya que se ha producido un aumento en los ataques contra las fuerzas estadounidenses en la región. Los republicanos han exigido una represalia militar devastadora contra las fuerzas terroristas de Irán, tanto en Irán como en todo el Medio Oriente, y consideran que cualquier otra alternativa sería vista como una debilidad por parte de Estados Unidos.
El ataque también ha afectado la campaña presidencial de Biden, ya que su gestión en el conflicto en Medio Oriente ha sido rechazada por los estadounidenses, especialmente entre los jóvenes. Sin embargo, la Casa Blanca ha enfatizado que la respuesta de Biden no estará basada en encuestas, sino en la seguridad y los intereses de Estados Unidos.
Biden y su equipo están evaluando cuidadosamente la respuesta de Estados Unidos al bombardeo a las tropas norteamericanas en Jordania. La administración busca evitar una escalada y una guerra con Irán, pero está dispuesta a tomar las medidas necesarias para proteger a Estados Unidos y responder apropiadamente a estos ataques. Al mismo tiempo, se enfrentan a una fuerte presión política y críticas por parte de los republicanos en el Congreso.