El catedrático Manuel García-Mansilla rechaza las impugnaciones a su postulación para la Corte Suprema
El catedrático Manuel García-Mansilla rechazó todas las impugnaciones a su postulación para la Corte Suprema por considerar que ninguna de las 24 presentaciones constituye “una observación válida acerca de las calidades y méritos” de su nominación.
“Por el contrario, evidencian la preferencia personal de los impugnantes, ciertamente válida, de que sea otro el candidato o candidata al cargo para el que he sido nominado”, agrega el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral en el escrito de 20 páginas que presentó ante la Comisión de Acuerdos del Senado.
La postulación de Manuel García-Mansilla
El catedrático fue propuesto por el presidente Javier Milei para ocupar la vacante que dejará el cordobés Juan Carlos Maqueda, quien el próximo 29 de diciembre cumplirá 75 años y deberá dejar la Corte Suprema. Su audiencia pública está citada para el 28 de agosto, una semana después de que se presente el juez federal Ariel Lijo, también postulado para el máximo tribunal.
En su presentación, García-Mansilla considera que las observaciones realizadas a su postulación en base a sus opiniones de índole académica “parecen pensadas y dirigidas a alguien que se postula para un cargo electivo y no para quien ha sido nominado para integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación”.
“Las opiniones que haya expresado en abstracto y de forma general en publicaciones de índole académica, destinadas naturalmente a promover el debate de ideas, no implican en modo alguno que haya prejuzgado o que se pueda derivar de allí una predicción sobre cómo decidiría un caso judicial en caso de obtener el acuerdo del Senado y ser nombrado al cargo para el que he sido nominado”, afirma el candidato.
Las opiniones sobre la legalización del aborto
En directa réplica a los cuestionamientos a sus opiniones contrarias a la legalización del aborto, García-Mansilla sostiene que se pretende utilizar sus afirmaciones “como un riesgo o un grave retroceso a los derechos humanos cuando, en realidad, son absolutamente consistentes con ellos”.
“Esas impugnaciones omiten o directamente tergiversan las opiniones doctrinales que expresé en esas publicaciones académicas”, agrega el jurista propuesto para la Corte, quien añade que “de esta forma, se derivan escenarios imaginarios a todas luces infundados sobre cómo podría decidir casos a futuro (algo que jamás adelanté)”.
García-Mansilla sostiene que las impugnaciones se basan en “una ínfima parte” de sus antecedentes y definiciones académicos y que se las presentan “como si estuviera nominado al cargo de diseñador de políticas públicas”. Estas observaciones, continúa, “parecen reflejar la mera predilección de los presentantes por una determinada forma de pensamiento político o de postura académica”.
“Sin embargo, estas observaciones no dejan de constituir la mera expresión de una discrepancia de opinión en temas sobre los que puede y debe haber distintas miradas, especialmente desde la perspectiva académica -que es la que los impugnantes cuestionan”, concluye.
La posición sobre los tratados internacionales en materia de derechos humanos
Con cierta molestia, habla de “maniobra aviesa” y “manipulación” de sus opiniones, el candidato responde las impugnaciones de una serie de organizaciones no gubernamentales que le imputan poner en duda la primacía o validez de los tratados internacionales en materia de derechos humanos firmados por el país en el ordenamiento jurídico argentino.
En ese sentido, García-Mansilla señala que en reiteradas oportunidades sostuvo que “todos los tratados internacionales (con y sin jerarquía constitucional) cuentan con una jerarquía superior a todo el ordenamiento jurídico nacional, con la sola excepción de la Constitución Nacional, en la que se establecen ciertos límites que ningún jurista serio podría ignorar”.
“Presentar esa posición doctrinal como una forma de ‘escepticismo’ acerca del rol del derecho internacional de los derechos humanos en nuestro ordenamiento jurídico es, lisa y llanamente, un intento avieso de manipulación de mis opiniones que debe ser frontalmente rechazado”, remata.
La falta de diversidad de género en el máximo tribunal
Por último, el candidato se excusa en el hecho de que cualquier postura que adopte entraría en “un evidente conflicto de intereses” para evitar expedirse sobre los cuestionamientos por la falta de diversidad de género en el máximo tribunal por el que impugnaron su pliego varias organizaciones no gubernamentales.
Sin embargo, y tras sostener que la impugnación en realidad no se dirige a su persona sino a la decisión del Poder Ejecutivo, que fue quien eligió a los postulantes, García-Mansilla asegura que comparte “los ideales igualitarios y el valor de la diversidad que informan las presentaciones en cuestión”.
“La perspectiva de género es, sin dudas, muy importante en el debate público y en la formulación de políticas públicas. Sin perjuicio de ello, dado que la cuestión ha sido objeto de diversas presentaciones judiciales que todavía están en pleno trámite, no debo ni puedo expedirme sobre esta cuestión, no solo porque no corresponde hacerlo, sino porque podría interpretarse que cualquier cosa que diga sobre el particular está afectada por un conflicto de intereses evidente”, concluye.