Javier Milei se muda a Olivos: así será su nuevo hogar
A poco de cumplirse un mes de su asunción, Javier Milei comenzará a vivir en la residencia oficial de Olivos. La mudanza hacia allí se concretará en las próximas horas, a la vuelta del viaje a la Antártida que el mandatario realizará entre este viernes y sábado. Tras ser elegido presidente, Milei había adelantado que además de vivir, trabajaría en Olivos. Por estas horas en el Gobierno explican que Milei llevará adelante un esquema mixto, con jornadas de trabajo tanto en la quinta presidencial como en la Casa Rosada. Los martes y jueves, días en los que se realizarán las reuniones de Gabinete, el mandatario irá a Balcarce 50, en tanto que el resto de los días seguirá full time desde Olivos.
Mudanza en solitario
En principio, el mandatario se mudará solo. Mientras que su hermana Karina Milei, secretaria general de presidencia y su persona de mayor confianza, volverá a vivir a su departamento, a pocas cuadras de allí, todavía es un misterio qué pasará tras el fin de la temporada teatral con Fátima Florez, la artista con quien el mandatario está de novio desde hace meses.
No habrá compañía de funcionarios en la residencia
Aunque algunas versiones daban cuenta de la posibilidad de que su jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, podrían instalarse a vivir en una de las alas de la quinta de Olivos, la versión fue negada desde los entornos de ambos funcionarios. En el caso de Pettovello, según pudo saber LA NACION, “tendrá un lugar para quedarse eventualmente porque es una adicta al trabajo que arranca al alba y termina muy tarde, pero no es que se muda ni mucho menos; es un lugar para estar, no para llevar sus valijas, ni un televisor, ni nada”, recalcaban fuentes libertarias.
El fin de la estadía en el hotel “Libertador”
Con su mudanza, Milei dejará el hotel “Libertador”, en el centro porteño, que sirvió como búnker en los días de elecciones y el lugar en el que se instaló desde agosto pasado, cuando se impuso en las primarias.
El traslado no incluiría más que la llegada del mandatario y sus prendas personales, y garantizará que la residencia siga en manos del Estado, ya que la cesión de la familia propietaria incluía la obligatoriedad de que los mandatarios vivan en el lugar. Caso contrario, el predio volvería a los herederos. La condición incluía que no estuviera deshabitada por más de 30 días seguidos. La cesión fue aceptada en 1918 por el presidente Hipólito Yrigoyen y quedó oficializada dos años después a través de la justicia.
A la residencia oficial, ubicada en un predio de 30 hectáreas y una arboleda añeja, Milei llegó por primera vez el 21 de noviembre, menos de 48 horas después de ganar la segunda vuelta por un contundente porcentaje de casi el 56% sobre Sergio Massa. Tuvo un cordial saludo con Alberto Fernández, Milei, fanático de los perros, pidió conocer a Dylan, la mascota de raza collie del entonces mandatario.
En aquel encuentro, Fernández se refirió a la decisión de Milei de querer trabajar en la quinta de Olivos y le aconsejó respecto de la practicidad de hacerlo en la Casa Rosada, en especial para el intercambio diario con los ministros. En esa línea, según reconstruyeron fuentes al tanto del encuentro, contaban que el saliente mandatario le hizo referencia a lo poco práctico de solicitar a un miembro de Gabinete que se traslade desde el centro porteño, en el que están los ministerios, hasta Olivos. Y puntualizó que, en hora pico, el viaje puede insumir cerca de una hora. Ambos conversaron por más de dos horas y recorrieron el predio, en el que se instalarán los caniles de los cuatro perros que tiene Milei y a quienes considera sus “hijos de cuatro patas”. Se trata de Milton, Murray, Robert y Lucas, clonados de Conan, su primer perro. A cada uno de ellos los bautizó en nombre de sus economistas preferidos: el primero por Milton Friedman; el segundo por Murray Rothbard, y los otros dos, Robert y Lucas, por Robert Lucas.