En la apertura de un nuevo año, los fanáticos del boxeo esperan ansiosos las propuestas periodísticas que satisfagan sus gustos y fantasías para la próxima temporada. Sin embargo, en un contexto de limitaciones organizativas locales, surgen dos preguntas inevitables: ¿Cuál será el combate femenino más esperado en Argentina? ¿Quiénes serán los boxeadores favoritos para el gran clásico argentino en 2024?
En el ámbito nacional, hay dos duelos potenciales que destacan y captan la atención de todos: Yésica Bopp vs. Evelyn Bermúdez y Jeremías Ponce vs. Gustavo Lemos. Estos combates son únicos y no hay otros eventos programados de esta magnitud.
Bopp vs. Bermúdez: El duelo generacional
Este enfrentamiento significaría una batalla entre las dos mejores boxeadoras argentinas, ambas líderes en la categoría minimosca (48,900 kg). Bopp, de 39 años, obtuvo su primer título en 2008 en el Luna Park, venciendo a Ana Fernández. Desde entonces, ha participado en 30 peleas de campeonato mundial, hasta que la mexicana Yesica Nery Plata le arrebató el título en Panamá en 2022. A lo largo de su carrera, Bopp ha sido madre y logró ganar brevemente el título mosca de la OMB en 2014, en un combate contra Daniela Bermúdez, hermana mayor de Evelyn.
Bopp se destaca por su excelente coordinación técnica de movimiento de piernas en el ring, así como por su habilidad para controlar el tiempo y la distancia. A pesar de estar radicada en California, regresó al cuadrilátero en 2023 y ganó las dos peleas en las que participó. Con un crecimiento intelectual y deportivo notable en la última década, Bopp suma un total de 39 victorias (17 por KO) y 3 derrotas, demostrando su vigencia y calidad.
Evelyn Bermúdez, nombrada por LA NACION como la mejor boxeadora de 2023, posee un estilo boxístico que se adapta perfectamente a su personalidad y ángel especial: el ataque y la defensa. Actualmente ostenta el título minimosca de la OMB y la FIB, y ha demostrado su capacidad en sus tres peleas en el extranjero contra Silvia Torres (en México), Yokasta Valle (a pesar de la derrota, en Estados Unidos) y Kim Clavel (en Canadá). Bermúdez ganó su primer título en 2018 y cuenta con un récord de 19 victorias, 1 derrota y 1 empate en su carrera, habiendo participado en 10 peleas de campeonato mundial.
Ponce vs. Lemos: Estilos opuestos
Este es el único combate destacado en el ámbito del boxeo profesional argentino. Los estilos de ambos boxeadores son totalmente opuestos, tanto dentro como fuera del ring.
Jeremías Ponce, de 27 años, cuenta con una mayor experiencia internacional y siempre ha demostrado estar a la altura de los desafíos. Ha obtenido victorias destacadas contra Rico Mueller en Alemania y Lewis Ritson en Inglaterra, aunque también sufrió una derrota antes del límite ante Subriel Matías por el título mundial welter junior de la FIB en Estados Unidos el año pasado.
Ponce destaca por su precisión sorprendente y su estrategia inusual: a pesar de tener un gran alcance de brazos, se muestra más efectivo en la corta distancia. Actualmente, su mayor desafío es mantener su motivación deportiva después de su primera derrota en un combate mundialista. El próximo 23 de marzo, se enfrentará al inglés Dalton Smith en Gran Bretaña.
Gustavo Lemos, de 27 años, se mantiene invicto en 29 peleas, con 19 victorias por nocaut. Su carrera se ha centrado en la categoría liviano (61,200 kg), pero tuvo un largo período de inactividad de 21 meses después de ser desplazado de los primeros puestos del ranking mundial. Lemos ha obtenido dos valiosas victorias como local contra el mexicano Uriel Pérez y el galés Lee Selby, gracias a su estilo de ataque temerario y su potencia física. En su última pelea, regresó con un nocaut breve pero contundente. Sin embargo, su personalidad indomable se hace evidente tanto dentro como fuera del ring.
Este tipo de eventos, que son inusuales en nuestra industria, podrían abrir nuevas oportunidades de promoción y difusión. Tal vez, plataformas como Amazon o el majestuoso Movistar Arena, que aún no ha sido utilizado para el boxeo, podrían revitalizar este deporte después de un año lleno de inactividad y falta de creatividad. Ojalá que así sea, como si fuera un deseo cumplido en el día de los Reyes Magos.