La falta de precipitaciones y el estrés hídrico amenazan la cosecha récord en Argentina
En varias regiones de la zona agrícola de Argentina, las lluvias de los últimos días han sido dispares, lo que ha generado preocupación entre los productores por el nivel de estrés hídrico de los cultivos. Un ejemplo de esto se puede observar en la región de Santiago del Estero, donde los suelos no se han recuperado por completo de la intensa sequía causada por el fenómeno de La Niña en los últimos tres años. Aunque se pronostican chaparrones para el fin de semana, los productores tienen que enfrentar cuatro días de temperaturas superiores a los 40°, lo que ha llevado a estimar pérdidas en la producción de soja de alrededor del 30%.
En zonas como Quimilí, Guardia Escolta, Campo Gallo y Bandera, los agricultores coinciden en que las siembras tempranas han impactado en los rendimientos esperados para los cultivos. Aunque las lluvias programadas para el fin de semana podrían aliviar la situación, la escasez hídrica no se limita al Norte Grande Argentino, ya que también se han reportado escenarios similares en la región pampeana.
En Bandera, los lotes de maíz aún no muestran signos de estrés hídrico, pero los sembrados tempranos son los que presentan mayores dificultades. Los productores afirman que la sequía ha sido terrible y que han pasado más de un mes sin lluvias. La situación en Bandera es un poco mejor que en Guardia Escolta y sus alrededores, donde los cultivos ya están sufriendo los efectos de la sequía. Estos últimos días de altas temperaturas tendrán un impacto significativo en los rendimientos y muchas hectáreas resultarán irrecuperables. La situación es similar en otras regiones como Roversi, Córdoba y Villa Ángela, Chaco, donde también se reportan escenarios desfavorables en cuanto a las lluvias.
Las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario indicaban que Argentina podría tener la cosecha más importante de su historia, con 142,3 millones de toneladas, gracias a las lluvias registradas antes de diciembre. Sin embargo, la falta de agua y el calor en el momento más crítico para los cultivos de soja de primera podrían hacer que estas estimaciones no se cumplan. La situación es especialmente preocupante en los suelos de mala calidad, donde la cosecha se desplomaría y se estima que alrededor del 10% de los lotes se encuentran en condiciones regulares o malas.
Los productores también enfrentan la amenaza de una ola de langostas, que podría causar daños significativos en los cultivos, especialmente en el maíz. Además, la falta de agua y el calor están afectando las pasturas, lo que complica aún más la situación.
Ante este panorama, los productores están expectantes de las precipitaciones pronosticadas para los próximos días, que podrían aliviar la situación en cierta medida. Sin embargo, las estimaciones de agua útil disponible para los cultivos indican que la situación es crítica en muchas zonas, con valores por debajo del 20%. Aunque los pronósticos siguen mencionando la probabilidad de lluvias en febrero, los productores están conscientes de que estas pueden no materializarse. Aun así, esperan que las lluvias del fin de semana y las previstas para la próxima semana puedan brindar algo de alivio y mejorar la situación.
La falta de precipitaciones y el estrés hídrico están poniendo en peligro la cosecha récord que se esperaba en Argentina. Los productores están preocupados por la falta de lluvias y las altas temperaturas, que están afectando negativamente los cultivos. Las estimaciones indican que se podrían registrar pérdidas significativas en la producción de soja, y también existe la amenaza de una ola de langostas. Aunque se pronostican lluvias para los próximos días, los productores son conscientes de que la situación es crítica y que se necesita un alivio pronto.