Descubrimiento Asombroso: Un Modigliani Original Adquirido en un Mercado de Pulgas
En una inusual vuelta del destino, Paolo Guzzini, exdirector de la reconocida marca de iluminación IGuzzini y apasionado coleccionista de arte, realizó una compra que cambiaría su colección para siempre. Hace quince años, en un pequeño mercado de antigüedades en Le Mans, Francia, Guzzini adquirió una pintura que, tras exhaustivos análisis realizados recientemente por el Archivio Modigliani en Roma, se confirmó como una obra auténtica de Amedeo Modigliani.
El retrato en cuestión, ejecutado por el emblemático artista italiano conocido por sus figuras de rostros y cuellos alargados y expresiones melancólicas, representa a Mario Cavaglieri, un pintor contemporáneo y amigo de Modigliani. Este cuadro no solo es notable por su belleza, sino también por ser una de las primeras piezas creadas por Modigliani tras su llegada a París en 1906, ciudad donde su talento comenzó a florecer hasta su prematura muerte a los 35 años a causa de la tuberculosis.
El Impacto de un Sello: La Pista que Condujo a un Hallazgo Histórico
Guzzini no solo se sintió atraído por la pintura misma, sino también por un distintivo sello en la parte trasera de la obra, que indicaba su origen en un taller de Montmartre frecuentado por varios artistas de renombre. Esta pista lo motivó a adquirir el cuadro por varios miles de euros, a pesar de las incertidumbres sobre su autenticidad en ese momento. Su decisión, impulsada por su aguda percepción y rapidez, fue el inicio de una investigación que revelaría el verdadero valor de la obra.
Tras consultar a Alberto Mazzacchera, historiador y crítico de arte, Guzzini se puso en contacto con Christian Parisot, director del Modigliani Institut Archives Legales en Roma, quien tras el primer examen recomendó realizar análisis radiológicos detallados. Estos estudios no solo confirmaron la época de la tela, correspondiente a principios del siglo XX, sino que también revelaron una pintura inacabada debajo de la obra finalizada, característica recurrente en los trabajos de artistas de la época por razones económicas.
Un Retrato con Relevancia Histórica y Cultural
Los análisis condujeron a la identificación de Mario Cavaglieri como el sujeto del retrato, un detalle que enriquece la historia de la obra. Cavaglieri, un cotizado artista de la época, había hospedado a Modigliani en Venecia antes de su mudanza a París. En agradecimiento, Modigliani lo inmortalizó en el lienzo, empleando técnicas y materiales típicos de su estilo y período económico, como el “blanco económico” usado por artistas con recursos limitados.
Este cuadro, ahora parte de la colección privada de Guzzini, no solo ha sido autenticado como una obra genuina de Modigliani por el Archivio homónimo, sino que también ha sido incluido en uno de los volúmenes dedicados al artista. La pieza es celebrada no solo por su valor de mercado, sino también por su significativa importancia histórica, siendo posible una de las primeras obras del artista luego de su llegada a París, un momento crucial en su carrera. Además, Guzzini planea establecer una fundación en Recanati, en la región de las Marcas, dedicada a la custodia y promoción del arte, asegurando así que este y otros tesoros artísticos sean preservados y apreciados por futuras generaciones.