La importancia de desinfectar los cepillos de dientes
A la infinita lista de asuntos que debemos afrontar y resolver durante cada día de toda nuestra vida, ahora hay que sumarle uno más. Es que ya no alcanza con lavarse bien los dientes, al menos, dos veces al día, sino que también debemos ocuparnos de desinfectar los cepillos debido a que sus cerdas húmedas pueden llegar a ser el caldo de cultivo de numerosos hongos y bacterias que ponen en peligro nuestra salud bucal y también la de todo el organismo.
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Los peligros del moho en los cepillos de dientes
Como ya sabemos, el moho suele prosperar en los baños: el ambiente más húmedo de nuestra casa. Y allí los hongos suelen hacerse un festín en las paredes, en los bordes de los azulejos y también entre las cerdas de plástico de nuestro cepillo de dientes, el principal componente de nuestro equipo de limpieza dental.
Así lo explicó la odontóloga Ellie Phillips en un video de TikTok. La experimentada profesional, con más de cuarenta años de trabajo en el área, que es una de las fundadoras de la Academia Americana de Salud Sistémica Bucal, señaló a sus seguidores que esta sustancia negra crece en los cepillos y que quitarla evita posibles problemas dentales a futuro. Por eso, limpiarlos es una tarea que debe ser incorporada necesariamente a la rutina diaria.
La solución para deshacerse de las bacterias
Según Phillips, el moho suele acumularse en las partes más profundas del cepillo. De ahí que sea difícil quitarlo incluso sumergiendo el objeto en agua hirviendo. Para ella, sólo existe una solución eficaz para deshacerse de las bacterias: se trata de asegurarse de que las cerdas queden completamente secas luego de su uso. El cepillo debe secarse durante 24 horas. Colocalo en una taza para que se seque cerca de una ventana donde tenga suficiente aire y sol como para desinfectarlo. A su vez, también sugiere no dejarlo dentro del baño, sino en cualquier otro ambiente donde la humedad no pueda hacer estragos.
Para que el método realmente funcione, la doctora Phillips ofrece una sugerencia simple y eficaz: “Conviene tener dos cepillos en uso. Uno para la noche y otro por la mañana, así es posible contar con 24 horas antes de volver a usar cada uno”. Además, se aconseja utilizar soportes para cepillos sin fondo para evitar que se acumulen hongos allí abajo.