En las últimas semanas, la colección otoño/invierno ha comenzado a llegar a las vidrieras de los shoppings porteños y como suele suceder, los consumidores han expresado su indignación en las redes sociales por los precios de la ropa argentina. Sin embargo, vale la pena destacar que las marcas argentinas tienen una buena recepción cuando cruzan las fronteras y compiten en otros países.
La industria de la indumentaria en Argentina muestra un buen desempeño en lugares como Santiago de Chile, México DF o Barcelona, donde compiten de igual a igual contra marcas del Primer Mundo. Aunque en el mercado local se enfrenta a barreras que la protegen del ingreso de competidores internacionales, en el ámbito internacional las marcas argentinas logran destacarse.
El futuro de la industria de moda argentina plantea la pregunta de si está en condiciones de competir contra jugadores internacionales, tanto dentro como fuera del país. En sus mejores momentos, el sector ha logrado exportaciones de prendas terminadas por más de US$100 millones, con la participación de casi 300 marcas compitiendo a nivel internacional. Sin embargo, en los últimos años las ventas al exterior han estado estancadas por debajo de los US$40 millones anuales.
Si bien es difícil competir en el mercado masivo contra marcas globales de fast fashion como H&M, Forever 21 o Shein, la industria argentina tiene potencial en nichos de mayor valor agregado. La capacidad de exportación se concentra en productos como ropa de marcas de moda y alta calidad, que se venden principalmente en países de la región. Sin embargo, la competencia asiática dificulta el crecimiento en otros productos de la cadena de producción.
El diseño y la moda son dos nichos en los que la industria argentina puede destacarse. El país cuenta con cerca de 100 marcas de moda premium de origen nacional, lo que demuestra sus capacidades de diseño y marketing. El talento, el diseño y el branding argentino tienen potencial para proyectarse internacionalmente, como ya ha sucedido con marcas de vino reconocidas. La calidad de las marcas argentinas sorprende a extranjeros que visitan el país.
Para expandirse internacionalmente, las marcas argentinas deben superar obstáculos como la falta de previsibilidad en materia macroeconómica. La política económica del país ha impedido una proyección internacional de la indumentaria nacional. Los vaivenes en el tipo de cambio y la inflación dificultan la fijación de precios internacionales, lo que puede llevar a vender productos a pérdida en el exterior.
Sin embargo, las reiteradas crisis económicas locales han servido como un entrenamiento para las marcas argentinas, que se han vuelto más resilientes y creativas para superar obstáculos. La capacidad de adaptarse constantemente a las circunstancias cambiantes y encontrar soluciones innovadoras posiciona a las marcas argentinas como actores fuertes y flexibles en el panorama global.
América Latina es el mercado más cómodo para las marcas argentinas en su expansión internacional. Casi todas las exportaciones de ropa de Argentina tienen como destino países de América, especialmente Uruguay y Brasil. La creatividad, el diseño y la experiencia en productos de cuero de alta calidad son valorados en toda la región. Sin embargo, cada vez hay más competencia de empresas españolas.
A la hora de competir en el exterior, las marcas argentinas no suelen enfatizar su origen, pero sí destacan su identidad nacional a través de su estilo y narrativa de marca. La clave para satisfacer las demandas del mercado global es comprender a la audiencia y adaptarse estratégicamente, manteniendo siempre el estilo y la autenticidad de la marca.
La industria de moda argentina tiene potencial para competir en el mercado internacional, especialmente en nichos de mayor valor agregado como el diseño y la moda premium. A pesar de los obstáculos económicos y la competencia global, las marcas argentinas pueden destacarse gracias a su talento, diseño y branding. América Latina es un mercado favorable para su expansión, donde se valoran la creatividad y el diseño argentino.