Tragedia en la Panamericana
Las consecuencias del trágico accidente en la Panamericana impactan profundamente. Los restos retorcidos de un Toyota Corolla gris oscuro, el vehículo en el que viajaban Sol Quirno y sus hijos Camila y Nicolás, son testigos mudos de la tragedia. Mientras circulaban por la autopista en dirección al centro de la ciudad en la noche del domingo, un container de un camión que venía en sentido contrario se desprendió y aplastó el auto junto con sus ocupantes. Por un milagro, el niño de 12 años logró sobrevivir y dar aviso a su padre, quien se encontraba en otro automóvil.
Después de que los peritos especializados realizaran las pruebas en el lugar, el automóvil de las víctimas fue trasladado con una grúa hasta la comisaría 3a. de Munro, en Vicente López. A simple vista, solo se puede reconocer que se trata de un Corolla, aunque en parte del chasis aún se pueden encontrar restos de la pintura naranja del container.
Sin embargo, no fue el único automóvil que sufrió las consecuencias del impresionante accidente en la Panamericana. Casi al mismo tiempo en que parte de la carga del camión caía hacia el otro lado de la autopista, un Scania chocó de lleno contra otro Toyota Corolla gris claro en el que viajaban un grupo de jóvenes. Este vehículo quedó reducido a un chasis prácticamente irreconocible.
Varios heridos fueron trasladados al Hospital Houssay de Vicente López, entre ellos Emiliano y Nicolás, ambos de 17 años, con fracturas en las piernas y contusión en la cabeza, respectivamente, y una mujer de 26 años.
El accidente ocurrió alrededor de las 21 horas del domingo en la intersección de la Panamericana con Pelliza. El fiscal a cargo de la investigación, Gastón Larramendi, brindó detalles sobre el incidente. Según sus declaraciones, aparentemente, un vehículo blanco o gris con cola encerró al Peugeot 206, que terminó mirando hacia la dirección de la ciudad una vez ocurrido el incidente. El conductor de ese vehículo impactó contra el camión después de realizar un volantazo. Como consecuencia, el camionero perdió el control y se desvió hacia el carril rápido, colisionando con el Toyota Corolla. El conductor del camión Scania sufrió una fractura en su brazo izquierdo como resultado de la maniobra. La carga trasera del camión, siguiendo el movimiento brusco, golpeó el guardarraíl y provocó la caída del container sobre otro Toyota Corolla, donde lamentablemente se encontraban las víctimas fatales.