El legado de la Segunda Guerra Mundial sigue presente en algunos pueblos europeos, especialmente en aquellos que fueron escenarios de batallas devastadoras. Un ejemplo reciente de esto es el descubrimiento de un arsenal oculto hace más de 80 años en las costas del mar Báltico en Polonia. Durante una operación de rastreo y desactivación de minas, se encontraron 4700 explosivos y otros objetos que datan del siglo XVIII.
Este hallazgo tuvo lugar en la península de Westerplatte, que fue uno de los lugares más importantes durante la invasión relámpago – Blitzkrieg – organizada por Adolf Hitler en septiembre de 1939. Durante esta batalla, los polacos resistieron trece ataques nazis durante siete días, impidiendo que un refuerzo de 3000 hombres se alineara para derrotar a las ciudades de Hel y Gdynia.
En 2016, se inició un programa de rastreo de minas alemanas en la costa. Hasta la fecha, se han delimitado y rastreado 13 hectáreas. Durante este trabajo, se encontraron varios artefactos sin detonar, incluyendo tres bombas aéreas, una de las cuales pesaba 500 kilos y se encontraba a solo 30 centímetros bajo tierra.
El Museo de la Segunda Guerra Mundial en Gdansk detalló que se encontraron casi 200 obuses de artillería, morteros, granadas de mano y otros elementos de munición. Este hallazgo permitió crear un espacio seguro para los turistas, los residentes de la península y los empleados del museo.
Además de los explosivos, se encontraron más de 3800 objetos que datan desde el siglo XVIII hasta la posguerra. Estos incluyen balas de cañón, casquillos de mosquete, monedas, platos, azulejos decorativos y restos de infraestructura ferroviaria. Estos objetos forman parte del patrimonio histórico y cultural de la región.
Recientemente, se llevaron a cabo operaciones para neutralizar 49 proyectiles y 180 armas históricas encontradas en la zona. Estas operaciones fueron realizadas por el 43.º batallón naval de zapadores y voluntarios de empresas privadas. Con esto, se logró eliminar los elementos más peligrosos y asegurar el área.
Todo este arsenal neutralizado será puesto en valor y exhibido al público para preservar la memoria de la Segunda Guerra Mundial y honrar a aquellos que lucharon en esa época tan trágica para el pueblo polaco.