Argentina enfrenta un desafío en términos de exportaciones luego de una década perdida en este aspecto. Si bien todas las miradas están puestas en los recursos naturales debajo de su suelo, el sector del software también tiene un gran potencial para impulsar las ventas al exterior y generar empleo de calidad. Para lograrlo, es fundamental apostar por las nuevas compañías y brindarles financiamiento adecuado.
Estas son algunas de las conclusiones extraídas del estudio “Anatomía de la industria de software: exportar y generar empleo a partir del talento argentino”, realizado por Fundar, una organización dedicada a la investigación y diseño de políticas públicas.
Desde 2003 hasta 2023, el sector experimentó un crecimiento significativo, pasando de contar con 26,000 puestos de trabajo a 140,000. Asimismo, las exportaciones aumentaron de $150 millones a $2,500 millones, mientras que las ventas pasaron de $350,000 millones a $1,200 billones. Sin embargo, en 2017 se produjo un punto de inflexión en la tasa de crecimiento de las exportaciones de software argentino en comparación con el resto del mundo. El país descendió del puesto 25 al 36, siendo superado por naciones como Polonia, Rumania y Brasil.
Los autores del informe enfatizan la importancia de no compararse con países como Israel, sino con naciones que, hasta hace poco, se encontraban en una situación similar a la de Argentina. Con esta motivación, proponen una serie de mejoras en el régimen de promoción sectorial.
Régimen de la Ley de Economía del Conocimiento
En relación al régimen de la Ley de Economía del Conocimiento, que vence en 2029, se plantea la posibilidad de mejorar las condiciones para recibir beneficios, estableciendo mayores exigencias para las empresas más grandes. Asimismo, se sugiere ampliar el alcance de los beneficios, ya que actualmente solo alcanzan al 11% de las empresas de software. También se propone desarrollar fondos de inversión especializados para las empresas del sector, y garantizar mecanismos de transparencia, ya que actualmente solo se conoce qué empresas reciben beneficios, pero no desde cuándo ni en qué medida.
Cambio en el paradigma de financiamiento
Más allá del régimen de promoción, se destaca la necesidad de un cambio en el paradigma de financiamiento. Las empresas argentinas, y especialmente las de software, enfrentan dificultades para acceder al financiamiento. En lugar de enfocarse en créditos o aportes no reembolsables, se sugiere considerar el mercado de capitales. Se propone la creación de un “Merval tecnológico”, una ingeniería institucional específica que permita la inclusión de empresas de software y biotecnología en el mercado de valores. Esta sería una especie de Nasdaq argentino.
Para respaldar esta propuesta, se menciona la experiencia exitosa de Brasil con el Novo Mercado, un segmento especial para empresas tecnológicas. También se hace referencia al mercado de valores para empresas tecnológicas en Polonia (NewConnect) y Chile.
Además de estos aspectos, se señala la importancia de que la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional se especialice en el sector del software. También se propone generar una marca país en torno al software argentino, basándose en los unicornios (empresas tecnológicas valuadas en más de $1,000 millones) que el país ha logrado crear. Asimismo, se enfatiza la necesidad de políticas de capacitación orientadas a generar perfiles más especializados y promover la vinculación con el entramado productivo.
Asimismo se destaca la importancia de tomar como ejemplo a aquellos países que señalan el camino sin ser intervencionistas, como Chile y Australia, este último especializado en el desarrollo de software para la minería. Los autores del informe concluyen que no es suficiente resolver los problemas macroeconómicos de Argentina para que aparezcan los fondos de financiamiento. Es necesario construir los mercados de capitales.