El intento de Israel de liquidar al líder de Hezbollah
Algo grande ha sucedido en el Líbano. Los aviones de combate israelíes se han puesto en marcha y han lanzado una serie de bombas en algunos edificios residenciales que se encuentran en el sur de Beirut. Y, ¿quiénes eran los blancos? ¡Vaya, vaya! Parece que el blanco era nada más y nada menos que el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah. Según algunos informantes israelíes -que prefieren mantenerse en el anonimato- Nasrallah estaba en medio de una reunión con sus secuaces en un escondite subterráneo.
¿Qué pasa con Nasrallah ahora?
Ahora, lo interesante es que, según algunas fuentes, Nasrallah pudo haber sido asesinado en el bombardeo. Esto se deduce del tipo de bombas que se utilizaron y la información que se obtuvo desde dentro del grupo militante. Pero no nos apresuremos, chicos, esta información es preliminar y aún podría cambiar. ¿Imaginan el alivio que sentiría Israel si este fuera el caso? Podrían incluso evitar una invasión a tierra firme. Pero, como siempre, nada es seguro. Podría pasar un buen rato antes de que sepamos si Nasrallah o alguno de los otros altos comandantes resultaron heridos o murieron en el ataque.
La escalada de tensiones en Medio Oriente
Si Nasrallah ha sido asesinado, esto significaría un gran avance en la campaña israelí contra Hezbollah, que ha estado en auge en las últimas semanas y amenaza con convertirse en una guerra regional más amplia. No hace falta decir que todo esto ha aumentado los temores de que Irán, aliado de Hezbollah, pueda verse arrastrado al conflicto, lo que desestabilizaría aún más el Medio Oriente.
Ahora, si nos fijamos en el pasado de Nasrallah, este tipo ha estado en el ojo del huracán durante casi dos décadas. Evitando apariciones públicas debido al temor de ser asesinado. En sus 32 años al mando de Hezbollah, este hombre ha transformado la organización en una fuerza poderosa tanto en la política como en la militar.
Nasrallah, como líder de una de las organizaciones militantes más fuertes de la región, ha extendido su influencia más allá del Líbano. Estoy hablando de ayudar a mantener el gobierno de Bashar al-Assad en Siria, entrenar a combatientes de Hamas y hasta a milicias en Irak y Yemen.
Se dice que Nasrallah vive de forma modesta y se mantiene alejado de la vida social fuera de los círculos gobernantes de Hezbollah. Pero no piensen que este hombre es un santo, lejos de eso. Es un orador poderoso y posee un dominio sólido del árabe clásico, y ha construido un estado dentro de un estado en el Líbano, con su propia red de hospitales, escuelas y otros servicios sociales.
Pero incluso con todo su poder, la seguridad en torno a Nasrallah ha sido siempre extraordinaria, sobre todo después de que su predecesor fue asesinado por un cohete israelí. En una de sus pocas entrevistas concedidas al New York Times en 2002, el periodista y el fotógrafo fueron vendados y llevados por los suburbios del sur de Beirut.
Parece que la situación se está poniendo caliente. En sus últimas declaraciones televisadas, Nasrallah culpó a Israel de las explosiones de beepers y handies que mataron a docenas de sus soldados y causaron heridas a varios miles más. Según él, “esta retribución llegará”.