¿Son los violadores monstruos o simples hombres?
El 2 de septiembre de este año, Francia se encontró con una interrogante que dejó a todos perplejos: ¿Los violadores son monstruos o sólo hombres como cualquier otro? Este cuestionamiento surgió durante el juicio en la ciudad de Aviñón, donde 50 hombres están siendo enjuiciados por violar a Gisele Pelicot, quien quedó inconsciente por efecto de las drogas suministradas por su esposo. Este último, también está siendo juzgado por los mismos cargos.
El horror bajo un rostro común
Los acusados, que incluyen a jubilados, plomeros, electricistas, panaderos, camioneros, entre otros, abusaron de Gisele sin hacerse ninguna pregunta. ¿Cómo pudo pasar esto? ¿Cómo hombres ordinarios, residentes en la región de Mazan, encontraron excitante abusar de una mujer claramente inconsciente?
Estos hombres, que van de los 26 a los 74 años de edad, se han convertido en el rostro de la violación en Francia. Son gente común y corriente, de apariencia ordinaria, y eso es lo que más miedo da. La triste realidad es que los violadores pueden ser cualquiera: nuestros amigos, vecinos, amantes, hermanos e incluso nuestros padres.
El perfil del violador: ¿existe?
Es claro que no todos los violadores tienen el mismo perfil. Algunos han sufrido abusos graves en su infancia, otros tienen antecedentes penales, adicciones y personalidades borderline. Por otro lado, otros tuvieron una infancia maravillosa y provienen de familias protectoras y cariñosas.
Lo que es más aterrador es que muchos de estos hombres son considerados ciudadanos ejemplares, responsables y apreciados por sus familias y conocidos. A pesar de esto, sus vidas sexuales están teñidas de frustración, carencias y divergencias de líbido, lo que los lleva a buscar relaciones extramatrimoniales.
Debe destacarse que Francia es el país con la mayor cantidad de violaciones en Europa. De acuerdo con datos de los ministerios del Interior europeos de 2017, sin contar el Reino Unido, Francia es el país donde se cometen más violaciones. Sin embargo, en relación al número de habitantes, Francia ocupa el quinto lugar, detrás de Bélgica, Dinamarca, Islandia y Noruega. Y a pesar de todo, es en Francia donde se castigan más severamente las violaciones.