Marce Butiérrez es antropóloga que tal como repasa la Revista Anfibia su despempeño profesional está orientado hacia la siguiente dirección: “Ex-becaria de investigación de la Universidad Nacional de Salta, durante 2021 integró la Cátedra Optativa sobre Aborto de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Desde 2019 forma parte de la redacción de LATFEM y colabora con frecuencia en “Moléculas Malucas” un blog sobre archivos y memoria queer. Además es columnista del suplemento SOY del diario Página/12. Se desempeña profesionalmente como redactora, investigadora y docente dentro del campo de los estudios trans, la geografía de las sexualidades y los estudios sobre movilidad y migración”.
Nos concedió esta entrevista telefónica que comenzó del siguiente modo: “Yo soy de Salta, por ejemplo, vivo en la Capital Federal porque de seguro en Salta no hubiera encontrado las alianzas para seguir avanzando en mi trabajo, no hubiera encontrado la repercusión que puede tener en Buenos Aires. Y entonces como, viste, esa experiencia del desarraigo también me desarraiga de ese conocimiento cotidiano. Si hoy me preguntan por Salta, la verdad no te puedo decir cómo es la situación hoy en Salta. Pero sí, hablo mucho con compañeras del interior y para muchas de ellas es imposible acceder a una asistida en el sistema público de salud, imposible en muchos casos acceder a un tratamiento formal. Imposible, no sé, denunciar una situación de violencia o incluso acceder a un trabajo. Entonces, sí creo que hay algo de ese discurso de los derechos conquistados que es muy de Buenos Aires, y que no interpela al resto de la sociedad y por eso estamos viendo los resultados electorales que vemos también” contestó la investigadora social al consultarsele la situación en su Salta natal.
Sobre la situación social, el femimismo y el colectivo LGTBI opinó: “Yo creo que está muy violenta la Argentina. Hay que preparase para discutir con la derecha con argumentos. Y eso es una de las cosas que a mí me preocupa. Que yo siento que los últimos años, los últimos tres o cuatro años del feminismo y del colectivo LGBTI se convirtieron en un discurso que se fue convirtiendo en consignas, en eslogan. En frases hechas con las cuales podés responder en cualquier caso aleatoriamente. Y creo que muchos militantes no conocen ni la historia del espacio en donde están militando ni las disculpas que se dieron para llegar a esas conclusiones. Siento que como militantes también eso tenemos que hacer. Una autocrítica de que si la derecha avanzó es porque avanzó, es porque nosotras la dejamos avanzar y porque fallamos. En ese sentido te digo que el movimiento LGBTI y el movimiento feminista tiene que reconciliarse con el resto de la sociedad, de que si nuestra agenda, no es necesariamente la agenda del género, si nuestra agenda va a ir en un lugar distinto de las preocupaciones del resto de la sociedad, es lo más lógico que vamos a perder. Por eso siento que es necesario reconciliar en esto de la clase, para que podamos dar una discusión en donde estemos unificándonos. Yo no entiendo cómo puede ser que a veces se ve que no haya preocupación por la pobreza de algunos sectores, la pobreza en los niños y la pobreza ante las filas que tiene en tu país, que afectan a las mujeres y que afectan a los niños. No hablamos de eso, le caemos al embate a la gente. Yo creo que necesitamos reconstruir una argumentación que incluya como la complejidad de lo social, ¿no? No solo somos géneros, ¿no? No solo somos géneros, yo no solo soy un género, soy una profesora, soy una investigadora, soy una trabajadora, soy una persona de la clase media argentina, ¿no? Entonces, si yo todo el tiempo voy a hablar de lo que mi género es y no es, o voy a hablar nunca del resto de las cosas, voy a terminar en una burbuja sin sentido”.
En relación al resultado electoral nos dijo: “Creo que más allá de los resultados electorales, lo que estas últimas elecciones han expresado es que hay al menos un 30% de la sociedad que comparte al menos de alguna manera las ideas, la ideología de la derecha, aunque también pareciera que la ideología solamente de nosotras, no, de la ideología de la derecha, porque hay un 30% de personas que comparten esa ideología en algún sentido y que sienten que la agenda de género no es necesaria y que sienten que las personas no necesitan más derechos, que sienten que el matrimonio gay no debería existir. Este sector creo que siempre ha estado ahí, quizás había más caretas y ciertas cosas, y hoy sí tenemos personas diciendo barbaridades que erizan, y eso se traduce después en violencia en la calle. Yo creo que ahí es a que esa va a ser el desafío de los próximos 15 años, ¿no? O sea, ir dando esa acción. A mí, yo me deprimí muchísimo cuando he visto las elecciones porque yo pensaba, en mi teoría, era que si Milei sacaba más del 10%, ya era un fracaso. Imagínate cuando ví el 30%. Yo pensé que nunca más íbamos a volver a discutir la dictadura. Parecían deudas que ya estaban saladas. Y, evidentemente, esta elección. Y ese pasado es que se sigue discutiéndolo y ese pasado se traduce en las elecciones que presentan. Eso, por un lado, yo creo que eso va a ser duro. Esa batalla va a ser dura de dar. No comparto con Cristina Kirchner la historia que dice de que no se derechizó la Argentina. Para mí, Cristina vive en un táper. Argentina se derechizó. Claramente, todos se están derechizando. Estamos eligiendo entre tres opciones de derecha. O sea, estamos eligiendo entre Massa, entre Bullrich o Milei. Realmente, cualquiera de las dos opciones son malas. Y después, por otro lado, pero incluso en el mejor de los escenarios, en este momento, sería que gane Massa.
Lo cierto es que lo que se viene son años de ajuste, de recorte. Y obviamente, siempre que se ajusta y se recorta, se recortan por el lado que conocemos. Y eso nos va a afectar. Podemos, también creo que acá está como la distancia entre la ley y la realidad, ¿no? Podemos tener leyes justas.. Podemos tener leyes para un montón de cosas. Pero si hay que, por supuesto, implementar y garantizar esos derechos y no pasa, entonces no tenemos nada. Y lo que se viene es ese ajuste, creo que excepción de los partidos de izquierda, con todas las diferencias que hay entre los partidos de izquierda, son partidos con mucha interna en sus filas, pero creo que excepción de la izquierda, nunca los partidos políticos estuvieron plenamente acompañando.
Siendo honestos, creo que, a excepción de los partidos de izquierda, no hubo otros espacios políticos que desde el principio y siempre hayan acompañado las causas que tienen que ver con lo sexual en general, ¿no? Y yo lo que siento es que, bueno, estamos muy atemorizados ante la derecha, que hoy tenemos suficientes motivos para atemorizarnos ante la derecha, porque ahora que su avance va a tener una repercusión más allá del electoral, me parece. Y las opciones de la centro-derecha o de la centro-izquierda tampoco son buenas opciones”, concluyó la antropóloga.