En la ubicación donde anteriormente se encontraba una fábrica, el desarrollador inmobiliario Pablo Delfino ha construido un exclusivo barrio cerrado con solo 22 casas, invirtiendo un total de US$7,5 millones. Este emprendimiento abarca el 70% de una manzana en la zona de Martínez, provincia de Buenos Aires.
Según Gonzalo Arana, arquitecto del Estudio Arana, “San Isidro premia la erradicación de industrias. Lo que hicimos fue reutilizar una zona dentro del tejido urbano que estaba ocupando una fábrica abandonada, y así darle nueva vida a una parte del barrio”. Además, agregó que consiguieron el terreno al recorrer la zona y ver su potencial.
El proyecto llamado Organa, a cargo de la comercialización por parte de Inmobiliaria Narvaez, ha atraído a diferentes compradores, desde familias jóvenes en busca de un entorno verde hasta aquellos provenientes de otros complejos de la zona. Hasta el momento, se ha vendido el 50% del emprendimiento.
Ubicado cerca del Hipódromo de San Isidro, el Unicenter Shopping, la Plaza de Martínez y el San Isidro Golf Club, este barrio cerrado cuenta con una ubicación privilegiada.
Lo más destacado de este proyecto es que las casas han sido diseñadas bajo la filosofía de construcción Passivhaus (casas pasivas). Estas propiedades, que varían en tamaño y precio, ofrecen un alto nivel de eficiencia energética y calidad del aire.
En cuanto a los valores, las unidades más pequeñas tienen un precio aproximado de US$350,000 y cuentan con 232 metros cuadrados, tres dormitorios y tres plantas. Por otro lado, las unidades más grandes, con cuatro niveles, tienen un valor que oscila entre US$385,000 y US$400,000 y ofrecen casi 296 metros cuadrados totales.
Las casas pasivas se destacan por su bajo consumo energético y su preocupación por el medio ambiente. Estas construcciones alcanzan el confort óptimo a través de una pasividad inteligente y aseguran una continua renovación del aire. Según Paolo Massacesi, director del Instituto Latinoamericano Passivhaus (ILAPH), este tipo de construcciones pueden reducir entre un 60% y un 70% el consumo energético en comparación con una vivienda tradicional.
Además de la eficiencia energética, las casas pasivas también ofrecen beneficios para la salud y son amigables con el medio ambiente. Estas propiedades cuentan con sistemas de ventilación que renuevan continuamente el aire y sistemas de climatización eficientes energéticamente.
Los detalles de diseño y eficiencia energética incluyen carpintería de PVC con DVH, calefacción por agua caliente en piso radiante, aire acondicionado en cada ambiente, intercambiador/filtro de aire exterior, cortinas motorizadas, energía solar o eólica en los techos y preinstalación para cargadores de autos eléctricos.
Es así que el nuevo barrio cerrado construido por Pablo Delfino en Martínez ha logrado reutilizar una zona abandonada de la ciudad para dar vida a un proyecto inmobiliario exclusivo. Este desarrollo destaca por sus casas pasivas, que ofrecen eficiencia energética, calidad del aire y beneficios para la salud. Además, su ubicación estratégica cerca de distintos puntos de interés lo convierte en una opción atractiva para diferentes tipos de compradores.