La sesión especial fallida en la Cámara de Diputados y la posible recuperación de la oposición en el Senado generan un enfrentamiento entre el oficialismo y la oposición por la agenda parlamentaria. La estrategia del oficialismo de dilatar el funcionamiento legislativo para evitar que la oposición marque el paso, aunque de alcance limitado, tiene crispados a los libertarios y sus aliados de Pro.
En el Senado, la presidenta Victoria Villarruel convocó a debatir el mega decreto del Gobierno luego de una gran presión de los distintos bloques. Esta jugada es riesgosa pero inevitable, ya que mantener cerrado el recinto se volvía políticamente costoso y el rechazo opositor crecía con el tiempo.
En la Cámara de Diputados, Martín Menem también dilata la constitución de las comisiones del cuerpo para evitar que la oposición marque la agenda. Sin embargo, el problema de la caída de los ingresos de los jubilados debido a la inflación es urgente. Cristian Ritondo, presidente del bloque Pro, admite que el debate sobre una nueva fórmula de movilidad comenzará una vez que el Poder Ejecutivo ingrese su propuesta, lo cual se espera que sea después de Semana Santa.
Esta dilatación provocará que la nueva fórmula de movilidad jubilatoria tarde en ver la luz, lo que significa que los jubilados y pensionados seguirán viendo caer sus ingresos durante meses. Esto permite al ministro Luis Caputo exhibir un equilibrio fiscal en las cuentas públicas.
Los bloques dialoguistas, especialmente la UCR, podrían dejar de acompañar al Gobierno en su estrategia de dilatar los tiempos. El tema previsional amenaza con convertir a la Cámara de Diputados en una olla a presión. La UCR se abstuvo de dar quorum en la sesión especial, pero Martín Menem convocó a la Comisión de Previsión y Seguridad Social y ofreció a la UCR la presidencia de este cuerpo para disuadirlos.
Aunque se espera el debate sobre la movilidad jubilatoria, el Gobierno aún no ha enviado su propuesta. Se rumorea que consistirá en una indexación mensual de los haberes con el índice de precios al consumidor, pero solo se contemplarán 10 puntos por la inflación de enero pasado. La compensación completa implicaría un impacto de 2600 millones de dólares para el fisco, lo cual es un agujero letal para las arcas fiscales de Caputo.
El ministro de Economía mide los tiempos para calzar la nueva fórmula, ya que en un escenario de baja inflación y crecimiento incipiente sería menos gravosa para el fisco. Todos los gobiernos han buscado adaptar las fórmulas de movilidad jubilatoria a sus conveniencias fiscales, sin importar si los beneficiarios se ven realmente beneficiados.