El desastre del Titanic: un naufragio recordado
A la hora de repasar la historia y hablar de naufragios, el desastre ocurrido con el Titanic en 1912, es uno de los más recordados; sin embargo, muchos años atrás de aquel hecho, hubo un hundimiento de un barco considerado el peor desastre marítimo de los Estados Unidos, que muy pocas personas conocen y que tiene un museo en su conmemoración. A continuación, su espectacular historia.
El trágico hundimiento del barco de vapor Sultana
El Titanic se hundió en el océano Atlántico en 1912, donde se estima que murieron alrededor de 1.500 personas. Su historia es tan apasionante que, además de la famosa película hollywoodense protagonizada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, existieron documentales y programas de televisión que le dedicaron horas a lo ocurrido aquel 14 de abril.
No obstante, para los amantes de la historia de los naufragios, hay un hecho mucho más intrigante. Se trata del barco de vapor Sultana que explotó y se hundió mientras navegaba por el río Misisipi el 27 de abril de 1865, con un saldo de 1.800 personas muertas.
La historia de este barco comenzó después de la Guerra Civil del país norteamericano. Tenía una capacidad para 376 pasajeros, pero se llenó de soldados de la Unión liberados de los campos de prisionero confederados. En total, había 2.100 personas a bordo, según detalló el Museo del Desastre de la Sultana.
El gobierno acordó pagar cinco dólares por cada soldado raso y diez por cada oficial, lo que llevó al capitán James Cass Mason a sobrecargar de manera deliberada el barco; sin embargo, ocurrió una explosión que acabó con miles de vidas.
Uno de los investigadores de lo sucedido, años después, fue el autor Jerry Potter, quien publicó “La tragedia de la Sultana”. En una entrevista, explicó los motivos de la explosión. “A las 2 am, una de las calderas explotó, lo que provocó que otras dos calderas explotaran. Y todo el centro del barco estalló como un volcán”, introdujo.
Asimismo, continuó: “Fue como si una bomba tremenda explotara en medio de donde estaban estos hombres. Y la metralla, el vapor y el agua hirviendo mataron a cientos”. Su declaración es impactante, ya que lo que provocó la muerte de las personas fue una combinación de fuego, ahogamiento y explosión.
A diferencia del Titanic, que el choque fue contra un iceberg y su hundimiento lento, a tal punto que algunos (712 de las 2.225) se pudieron salvar, el destino del Sultana fue mucho peor y más trágico para sus tripulantes. Fueron pocos los que pudieron sobrevivir, un total de 25 soldados, ya que lograron terminar a orillas del río Arkansas, que también estaba bajo el control confederado durante la guerra, pero en muchos casos fueron salvados por los residentes locales.
El motivo principal por el cual este desastre no recibió la debida atención, según el autor del libro, fue porque había terminado la Guerra Civil hacía pocos días. “(Abraham) Lincoln acababa de ser asesinado y el barco estaba lleno de soldados rasos”, explicó. Pero, para quienes quieran conocer más detalles, existe el Museo del Desastre de Sultana, ubicado en la ciudad de Marion, del estado de Arkansas.