Los beneficios físicos de correr
Los beneficios físicos de correr son innumerables. En términos de bienestar holístico, esta actividad física impacta múltiples dimensiones: física, al mejorar la condición de salud general; emocional, al reducir el estrés; y social, al facilitar el contacto con otras personas. Ahora, una nueva investigación añadió una nueva dimensión y demostró que correr también tiene un impacto positivo en el bienestar mental, específicamente en el cerebro y sus funciones.
El impacto positivo de correr en el cerebro
El estudio llevado a cabo por la Universidad Atlántica de Florida, Estados Unidos, y el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAV) de México revela perspectivas innovadoras sobre los beneficios del ejercicio en la función cerebral. Los investigadores analizaron los impactos de correr consistentemente en una red de nuevas neuronas en el hipocampo de ratones adultos jóvenes y de mediana edad.
Los hallazgos mostraron que mantener este hábito durante la mediana edad conserva las conexiones entre neuronas desarrolladas en la adultez, lo que podría prevenir o retrasar la pérdida de memoria y la neurodegeneración vinculadas al envejecimiento.
Esta investigación demuestra que correr regularmente no solo incrementa el número de nuevas neuronas en adultos, sino que también mejora la integración de células presinápticas subcorticales en las redes neuronales. Esto significa que el ejercicio ayuda a fortalecer las conexiones entre las neuronas que se encuentran debajo de la corteza cerebral, lo que mejora la comunicación dentro del cerebro. De esta manera, los investigadores concluyen que esta actividad puede potenciar la capacidad de discriminación de patrones, crucial para distinguir entre estímulos similares y fundamental en procesos como la memoria, que tiende a deteriorarse con la edad.
Otros beneficios de correr
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Manejo del estrés
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Vitamina D
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Prevención del deterioro cognitivo
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Mejor calidad del sueño
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Aumento de la productividad
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Mayor creatividad
Correr ayuda a reducir el estrés así como también incrementar la producción de norepinefrina en el cuerpo, un neurotransmisor clave en la moderación de la respuesta del cerebro ante situaciones de estrés. Esta actividad libera tensiones y mejora la capacidad para manejar el estrés diario de manera más efectiva.
Estar al aire libre en días soleados es una excelente manera de aumentar la producción de vitamina D en el cuerpo, esencial para mantener un estado de ánimo positivo y fortalecer el sistema óseo. Este nutriente es crucial para combatir los estados depresivos y mejorar el bienestar emocional.
Aunque correr no cura enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, distintos estudios indican que puede retrasar la aparición y reducir la severidad del deterioro cognitivo que suele comenzar después de los 45 años. El ejercicio regular favorece la salud del hipocampo, área del cerebro responsable de la memoria y el aprendizaje.
Correr puede mejorar significativamente la calidad del sueño, lo que actúa como un somnífero natural, especialmente útil para personas con insomnio. Ejercitarse ayuda a elevar la temperatura corporal, y su posterior descenso facilita la transición a un sueño profundo.
Varios estudios demostraron que los empleados que se toman un tiempo para hacer ejercicio regularmente son más productivos y tienen más energía que aquellos que llevan un estilo de vida sedentario. Incluso períodos cortos de ejercicio pueden tener un impacto significativo en la eficiencia laboral.
Se demostró que el ejercicio cardiovascular puede aumentar la creatividad por hasta dos horas después de haber terminado, lo que ofrece un método efectivo para despejar la mente y fomentar el pensamiento creativo.
