La provincia de Buenos Ayres es la más poblada y extensa de la Argentina, con más de 18 millones de habitantes y casi 308 mil kilómetros cuadrados. Sin embargo, su organización política y administrativa no refleja su diversidad y complejidad, sino que reproduce un modelo centralista, burocrático y autoritario. Este modelo genera desigualdades, ineficiencias, conflictos y corrupción, afectando el desarrollo económico, social y ambiental de la provincia.
Por eso, es necesario realizar una profunda reforma política de carácter urgente, que modifique su Constitución provincial, su sistema electoral, su régimen municipal, su estructura tributaria, su organización territorial y su funcionamiento institucional. La misma debe tener como objetivos democratizar el poder provincial, fortalecer el federalismo, impulsar el desarrollo regional, garantizar la unidad social y fomentar la participación en una verdadera democracia social. Esta reforma debe ser el resultado de un amplio debate público, que involucre a todos los sectores políticos, sociales, económicos y culturales de la provincia. Los bonaerenses debemos generar nuestra propia oportunidad para constituir una nueva provincia, más justa, más próspera y más sustentable.
Los principales problemas políticos de la provincia de los bonaerenses, que viene siendo administrada por porteños, sin una clara visión y comprensión de lo que implica ser bonaerense, nos ha provocado:
•Una falta de autonomía y representación de los municipios, que son intervenidos y controlados por el gobierno central, con una baja capacidad fiscal y una escasa participación vecinal.
•Desigualdad y concentración urbana, que generan pobreza, marginalidad, inseguridad y conflictividad social, especialmente en el conurbano bonaerense, donde vive un poco más del 67% de la población en el 4% de la geografía provincial.
•La ineficiencia y la corrupción en la gestión pública, que afectan la calidad y la transparencia de los servicios y uso de los recursos públicos, el cumplimiento de las normas legales y contables, y el control externo e interno de las cuentas públicas.
•La falta de desarrollo regional sustentable e inclusivo, que impide aprovechar las potencialidades productivas y culturales de cada territorio, diversificar la economía provincial, generar empleo e innovación, y proteger el ambiente y los recursos naturales.
•Una falta de coordinación metropolitana entre los municipios del conurbano bonaerense y la Ciudad del Buen Ayre, que dificulta la planificación y gestión conjunta de temas de interés común, como el transporte, el ambiente, la seguridad, el desarrollo urbano, la salud, la educación y el trabajo.
A partir de este breve diagnóstico, podemos establecer una serie de reformas políticas para la Provincia de los Bonaerenses que, dejando las pasiones ideológicas, pensando en el futuro de nuestro pueblo y de nuestra provincia, podríamos revertir este proceso de decadencia en menos de una década. Para ello necesitamos, de manera imperativo, realizar los siguientes cambios:
- Se propone derogar el decreto militar 6769 de 1958, que rige los destinos de los 135 municipios y reformar la constitución provincial para garantizar el pleno ejercicio de la autonomía municipal, reconociendo a los municipios como entidades de derecho público, con personalidad jurídica y patrimonio propio, y facultándolos para dictar sus propias Cartas Orgánicas, conforme al art. 123 de la Constitución Nacional.
- Cada municipio debe definir su forma de gobierno, su régimen electoral, su organización administrativa y financiera, sus competencias y atribuciones, y sus mecanismos de participación ciudadana, respetando los principios democráticos y republicanos. Se busca fortalecer el rol de los municipios como agentes de desarrollo local y regional, promoviendo la descentralización, la cooperación y la coordinación con el gobierno provincial y nacional.
- Revisar el sistema tributario provincial y municipal, para mejorar la equidad, la eficiencia y la transparencia de la recaudación y el gasto público. Se busca aumentar la capacidad fiscal de los municipios, otorgándoles mayores potestades para crear y administrar sus propios impuestos, tasas y contribuciones, así como para acceder a fuentes de financiamiento externo. Donde el sistema de coparticipación federal y provincial sea más justo y solidario, que distribuya los recursos según criterios objetivos y transparentes, que contemplen las necesidades y capacidades de cada jurisdicción.
- Regionalismo productivo, se propone impulsar el desarrollo regional sustentable e inclusivo, aprovechando las potencialidades productivas y culturales de cada territorio. Fomentando, así, la diversificación económica, la innovación tecnológica, la agregación de cadenas de valor y la generación de empleo. La integración regional, mediante la creación de consorcios o entes intermunicipales que faciliten la planificación estratégica, la gestión asociada y la articulación con otros niveles de gobierno, permitirán el surgimiento de nuevos microemprendimientos como los asentamientos de Parques Industriales y cooperativas de trabajo relacionadas con la alimentación, desde harineras, aceiteras, frigoríficos cuya producción sea destinada a la misma región.
- Se propone modificar el sistema legislativo provincial, creando una tercera Cámara que represente a las regiones productivas de la provincia. Esta cámara estaría integrada por representantes electos por cada región y tendría competencia exclusiva sobre los asuntos relacionados con el desarrollo regional, el fomento productivo, el comercio interno y externo, el ambiente y los recursos naturales.
- Reconocimiento de nuevos municipios, se propone reconocer como municipios a aquellas Delegaciones Municipales que cumplan con ciertos requisitos mínimos, tales como contar con una población estable superior a un determinado número; tener una superficie territorial delimitada; poseer una organización administrativa propia; ofrecer servicios públicos básicos; tener una actividad económica significativa; y expresar una voluntad política e institucional para constituirse como municipio.
- Limitar las competencias, atribuciones y facultades del gobernador de la provincia, reduciendo el poder discrecional del gobernador provincial, que actualmente centraliza funciones ejecutivas, legislativas, incluso judiciales. Se busca establecer un equilibrio de poderes entre los distintos órganos del gobierno provincial, fortaleciendo el rol fiscalizador y legislativo de la asamblea legislativa, y garantizando la independencia y la eficacia del poder judicial. Esto permitirá tener menor peso, o poder, sobre los ejecutivos municipales.
- Establecer políticas de repoblamiento, revirtiendo el proceso de despoblación y concentración urbana que afecta a la provincia, incentivando el traslado voluntario de habitantes desde el conurbano hacia el interior, ofreciendo oportunidades de desarrollo a quienes opten por radicarse en zonas rurales o semiurbanas, brindándoles acceso a la vivienda, la salud, la educación, el transporte, la comunicación, la cultura. Se busca también estimular la creación de emprendimientos productivos, sociales y culturales que contribuyan al desarrollo local y regional.
- Crear un organismo de coordinación metropolitana que articule las políticas públicas entre los municipios del Conurbano y la Ciudad del Buen Ayre, reconociendo su interdependencia funcional y territorial. Este organismo tendría carácter autárquico y estaría integrado por representantes de los gobiernos locales involucrados, con competencia para planificar y gestionar de manera conjunta temas de interés común, tales como el transporte, el ambiente, la seguridad, el desarrollo urbano, la salud, la educación y las actividades laborales.
- Poner en funcionamiento centros de investigación y desarrollo tecnológico que apoyen el desarrollo productivo de cada región, en articulación con SENASA, INTA, INIDEP, INTI, las universidades públicas y los sectores privados y sociales. Estos centros tendrían como objetivos generar conocimiento científico aplicado; transferir tecnología e innovación; brindar asistencia técnica y capacitación; promover la calidad y la competitividad; proteger el ambiente y los recursos naturales; y fomentar la vinculación entre los actores del sistema productivo.
- Establecer programas de estudios que respondan a las necesidades y demandas de cada región, tanto en el nivel primario, secundario como superior, adaptando los contenidos curriculares a las características productivas y culturales de cada territorio; promoviendo el aprendizaje basado en problemas reales; incentivar la formación profesional y técnica; estimular el espíritu emprendedor; y fomentar la educación continua y a distancia.
- Modificar las competencias del Tribunal de Cuentas de la provincia, para que sea regional y, de esta manera ejercer un real control externo sobre la gestión financiera y patrimonial del gobierno provincial y los municipios, con autonomía funcional y presupuestaria. Estos tribunales región ales estarían integrado por miembros designados por concurso público de antecedentes y oposición, con mandatos fijos e inamovibles, tendría competencia para auditar los ingresos y egresos públicos; fiscalizar el cumplimiento de las normas legales y contables; sancionar las irregularidades e ilegalidades detectadas; e informar a los órganos legislativos y judiciales sobre sus actuaciones.
Estas son algunas propuestas para elaborar un proyecto político para la provincia de Buenos Aires. Se trata de una propuesta ambiciosa e innovadora, que busca transformar profundamente la realidad provincial y de los bonaerenses, superando los problemas históricos y estructurales que la aquejan. Se trata de una Plan que apunta a fortalecer la democracia, el federalismo, el desarrollo, la inclusión y la participación vecinal, que requiere de un amplio consenso social y político, así como de una voluntad firme y decidida para llevarla a cabo y, principalmente, suprimir definitivamente la injerencia porteña en nuestros asuntos como bonaerenses.
Luis Gotte
Co-autor de “Buenos Ayres Humana, la hora de tu comunidad” Ed. Fabro, 2022.
Mar del Plata.