Cambiemos nació un 14 de febrero sellando “la historia de amor entre Mauricio y nosotros” tal como dijo el pensador Alejandro Rozitchner. Invitamos a comprender el espíritu de tal alianza entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica. Desde la UCR, la alianza con Mauricio Macri fue apoyada por Federico Storani, vocero del sector que quería acordar “un frente social demócrata” en la convención de Gualeguaychú, Ernesto Sanz y su fiel ladero Maximiliano Abad. También fueron militantes del PRO los sobrinos de Federico Storani: Agustín y Esteban Campero, la hermana de Storani, Carmen Storani, la asesora del macrismo de “la mesa de chica” de Marcos Peña “Carmencita” C. Storani, el por entonces concejal más joven de la historia de la Provincia de Buenos Aires, Federico Fernández Storani, y la médica, también hermana de Storani, María Elena Storani.
Gerardo Morales, María Luisa Storani (quien tiene no pocas diferencias con el estilo de hacer política de su hermano), el radical k Luis Petri (quien fue un militante kirchnerista en Mendoza en el 2007 como hombre fuerte de Julio Cobos en aquel momento), Leopoldo Moreau, Leandro Santoro, Luis El Changui Cáceres y la Juventud Radical junto a Franja Morada y los dirigentes de la UCR Capital se opusieron a la alianza con el PRO. Cambiemos tenía partidos vecinales, como Unión por la Libertad de Patricia Bullrich (que era diputada electa por el ARI de Elisa Carrió y Alfredo Bravo), la UCEDÉ de Jorge Pereyra de Olazábal y Álvaro Alsogaray hijo que impulsaban fuertemente “el frente social demócrata”. El PRO, golpeado por la interna en CABA entre Gabriela Michetti, asesorada por Pablo Ciarliero, Sabrina Ajmechet, Gabriel Palumbo y Santiago Llach (luego vocero de Pablo Avelluto) había sido derrotada por Horacio Rodríguez Larreta a quien apoyó la mayoría del partido capitalino. El ARI, que devino en Coalición Cívica, alianza en la que fueron protagonistas El Padre Farinello, Elisa Carrió y Hermes Binner (ya el Partido Socialista Santafesino había compartido fórmula con Carrió en el 2007 con Rubén Giustiniani) apoyaba este frente coordinado ideológicamente por Alejandro Rozitchner que Federico Storani interpretaba como “frente social demócrata“. Veamos qué pensaba en el 2016 Rozitchner.
“Positividad, cercanía y futuro” era lo que definía este frente. “Vamos contra el peronismo como dice Fredy Storani: ellos son social cristianos, nosotros social demócratas” decía Gabriel Palumbo, otro intelectual del espacio.
Palumbo decía, por ejemplo, que “si matan a un hombre debe ser llamado masculinicidio”. Rozitchner, por su parte, apoyaba la pena de muerte.
Hoy, 25 de octubre del 2023, dejó de existir la utopía de los intelectuales Federico Storani (Docente Titular de la UNLP) yAlejandro Rozitchner (Licenciado en Filosofía graduado en Venezuela)
El término Cambiemos fue tomado de Aristóteles. Alejandro Roztichner, filósofo como su padre León, nos explicó cuando trabajábamos en otro medio el abogada y militante Mauricio Collelo, tomó el concepto de los escritos de su padre sobre Aristóteles.
“La primera explicación del cambio que nos ofrece Aristóteles está basada en su concepción de la sustancia, en el hilemorfismo. Recordemos que, según esta teoría, la sustancia está compuesta de materia y forma, y que la forma representa la esencia, aquello que la cosa es, lo que la define. Nombramos a las sustancias por su forma, por su esencia. Pues bien , para que tenga lugar el cambio ha de haber algo que permanezca y algo que se produzca. Ha de haber, pues, un sustrato del cambio, lo que permanece, lo que sufre el cambio. Y ha de haber algo que cambie, algo que se pierda y algo que se adquiera. El sustrato es el sujeto del cambio, y el cambio consiste en la adquisición por el sustrato de una forma de la que inicialmente estaba privado. Por lo tanto, los principios del cambio son tres: el sustrato (hipokéimenon), la forma (morphé) y la privación (stéresis) de la forma que se adquiere.
Cuando un árbol florece el sustrato del cambio es el árbol, que permanece, pero que pierde la forma en que estaba (sin flores) y adquiere una nueva forma de la que estaba privado (florido). Lo que ocurre en el cambio, pues, es que el sustrato pierde la forma que poseía y adquiere una nueva forma de la que estaba privado. No se da, pues, según Aristóteles, la contradicción que suponía Parménides, ya que el cambio no supone el paso del no ser al ser (no-P se convierte en P), sino más bien la adquisición de una propiedad que el sujeto no poseía, en donde no hay paso del no ser al ser, sino permanencia del sujeto, y sin embargo modificación. Para aclarar las cosas Aristóteles nos pone un ejemplo, el del hombre analfabeto que pasa a ser hombre alfabetizado: el sustrato es el hombre, el ser analfabeto es la forma de ese hombre (que al mismo tiempo implica la privación de la forma alfabetizado), y la forma que se adquiere en el cambio es la de alfabetizado, de la que anteriormente estaba privado” explica León Rozitchner.