Inicio del Proceso de Revisión Constitucional en Nicaragua
La Asamblea Nacional de Nicaragua ha dado inicio a la revisión de la nueva Constitución este martes, un proceso que busca institucionalizar el control centralizado del presidente Daniel Ortega, quien ha desmantelado sistemáticamente a la oposición y mantiene un régimen autoritario en el país.
Gustavo Porras, el presidente de la Asamblea Nacional, declaró oficialmente el comienzo del “proceso de discusión y aprobación en segunda legislatura de la reforma a la Constitución política”. Esta reforma plasmará formalmente la tendencia autoritaria del gobierno liderado por Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
El proceso para integrar las modificaciones propuestas se llevará a cabo de manera gradual con el fin de concluir con la aprobación de la reforma antes de que finalice enero, según Porras.
Este martes se han aprobado los primeros artículos de la ley de reforma, correspondientes al preámbulo y a los principios fundamentales, con planes de continuar diariamente hasta completar el proceso a finales de mes.
Consolidación del Poder Ejecutivo en Nicaragua
La propuesta de reforma constitucional, presentada por el régimen de Ortega el 20 de noviembre, prevé una ampliación del período presidencial de cinco a seis años y promueve a Rosario Murillo a la posición de “copresidenta”, eliminando efectivamente la separación de poderes. Esta reforma permite que los copresidentes coordinen todos los órganos del estado, incluyendo los legislativos, judiciales, electorales y de control, que anteriormente eran reconocidos como independientes.
Desde su retorno al poder en 2007, Ortega, un exguerrillero que lideró Nicaragua en los años 80 tras la revolución sandinista, ha instaurado una dictadura que alcanzó niveles críticos durante la represión de las protestas en 2018, resultando en 320 muertes y numerosos detenidos.
La reforma ha provocado un amplio rechazo por parte de los nicaragüenses en el exilio y por organismos internacionales, incluidos los Estados Unidos y la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Impacto Social y Control Estatal según la Nueva Constitución
La nueva redacción de la Constitución define a Nicaragua como un estado “revolucionario y socialista” e incorpora la bandera rojinegra del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) entre los símbolos patrios. Además, establece que el Estado supervisará a la prensa y a la Iglesia para prevenir influencias extranjeras y oficializa la privación de la nacionalidad nicaragüense a aquellos considerados “traidores a la patria”.
Asimismo, la reforma introduce la figura de una “Policía Voluntaria”, compuesta por civiles que actuarán como cuerpo auxiliar en apoyo a las fuerzas de seguridad, legitimando las fuerzas paramilitares que jugaron un rol crucial durante la represión de las manifestaciones de 2018.
Este cambio en la Constitución de 1987, que ha sido modificada en múltiples ocasiones para beneficiar a Ortega, incluyendo la reforma que permitió la reelección presidencial indefinida, marca un nuevo paso en la consolidación de un modelo totalitario que atenta contra la democracia y los derechos humanos, según críticos como el excandidato presidencial Félix Maradiaga.
Adicionalmente, a finales del año pasado, la justicia argentina emitió una orden de arresto internacional contra Ortega, Murillo y otros altos funcionarios nicaragüenses, bajo acusaciones de crímenes de lesa humanidad y severas violaciones a los derechos humanos, basándose en el principio de jurisdicción universal.