El mundial de rugby llegó a su fin. Al igual que en la semifinal contra Inglaterra, Sudáfrica se impuso ante Nueva Zelanda por un punto y es campeona del mundo por cuarta vez.
Los Springboks y los All Blacks llegaban a la décima final mundialista, con el desafío de consagrarse como los máximos ganadores de la historia del rugby. Ambos llegaban con 3 mundiales, por lo que el ganador del partido se quedaría con 4 en soledad. De esta manera, el equipo africano se convierte en el equipo más galardonado de la historia y, al igual que los All Blacks, el segundo bicampeón de la historia.
Un ajustado 12 a 11 fue el marcador favorable para el equipo sudafricano. Si bien el equipo de Jacques Nienaber estuvo en ventaja durante todo el partido, nunca pudo hacer pesar el haber jugado con uno más, a partir del minuto 27’ cuando el capitán neozelandés Sam Cane fue expulsado.
El apertura Handré Holland marcaría la diferencia para Sudáfrica anotando los 4 penales que tuvieron y le dieron los 12 puntos para ganar, en un partido muy igualado. Un dato interesante es que Hollard inicialmente no integró la convocatoria y que ingresó a ésta a partir de la lesión del hooker Malcom Marx y que con el paso del mundial se iría ganando la titularidad.
Los All Blacks en el segundo tiempo con mucho honor y amor propio dieron pelea y estuvieron muy cerca de ganar el partido. Los neozelandeses trabajarían colectivamente para mantenerse sólidos defensivamente. Incluso, parecía ponerse a tiro cuando Aaron Smith anotaba un try, anulado posteriormente por el TMO.
No obstante, ésto no fue un impedimento para los insulares y Nueva Zelanda pondría en vilo a Sudáfrica en los últimos minutos en un final realmente dramático.
Sobre el final Cheslin Kolbe era amonestado y Sudáfrica se veía obligada a jugar con 14 también los últimos 8 minutos.
Incluso, el equipo de Ian Forster tendría un penal que le hubiera permitido ponerse en ventaja pero Jordie Barret no tuvo un disparo acertado y la pelota pasaría por el costado de fuera del arco.
Nueva Zelanda estuvo muy cerca de torcer la historia pero no fue suficiente y Sudáfrica se convirtió en el más ganador de la historia. Una final y un Mundial de Rugby que quedarán para el recuerdo y en la retina de todo el simpatizante del deporte de la ovalada.