Alternativas de moda alejadas del caos de la ciudad.
Son muchas las familias jóvenes que comienzan su camino y buscan vivir en barrios rodeados de naturaleza, alejados de los ruidos de la ciudad. Durante la pandemia, el interés por la compra de terrenos en los suburbios fue una tendencia en aumento, que llevó a muchos ahorristas a invertir sus dólares en lotes para luego construir.
Las posibilidades para quienes quieran seguir inclinándose por una de estas opciones son varias. En Pilar, Canning, y hasta zonas costeras cercanas a Mar de las Pampas, existen propuestas de barrios cerrados con lotes que se encuentran por debajo de los US$55.000. En muchas de ellas, se va consolidando cada vez más vida a su alrededor, ya que son varios los colegios que se construyen en la puerta de estos barrios, junto con centros comerciales, supermercados y otros servicios.
Pilar: una ciudad que sigue creciendo
Una de las zonas demandadas por un público joven que busca naturaleza y alejarse de la ciudad es Pilar. Ubicado en el tercer cordón del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el partido de Pilar recibió durante la pandemia a un público que quería rodearse de verde, guardando cierta distancia con CABA. Aunque este fenómeno se desaceleró durante el año pasado, expertos del sector aseguran que sigue vigente y se está viviendo la cuarta ola migratoria hacia Pilar: la primera fue en los 90, cuando mejoraron los créditos bancarios y las autopistas y comenzó el boom de barrios cerrados en zona norte; la segunda fue producto de la crisis del 2001 y la tercera, en 2020.
Por la zona del Hospital Universitario Austral y de las Palmas del Pilar, en el km 50, se ubican algunas propuestas de barrios cerrados. Frente a la poca oferta de departamentos que existe en esta zona y el creciente número de familias jóvenes que buscan asentarse o matrimonios grandes que prefieren achicarse, propuestas como Santo Tomás, San Pablo y San Pablo Chico pueden ser una buena opción. Comercializados por LJ Ramos, con aproximadamente 200 lotes, de un tamaño de 500 m², cuentan con seguridad y con precios desde US$40.000.
Yendo más hacia el norte, por el km 56,5, son dos los proyectos comercializados por el grupo Urdapilleta, muy cercanos al centro de Pilar. San Miguel, que contará con una sede del colegio St. Catherine´s Moorlands en la puerta, se encuentra en etapa de preventa y le quedan algunos lotes de entre US$47.000 y US$50.000. Los precios llegan a US$85.000/US$90.000, dependiendo de la orientación, ubicación dentro del barrio, entre otras características.
Ubicado sobre la ruta 34, a tres kilómetros del centro de Pilar, el barrio cuenta con más de 300 lotes de entre 800 y 820 m² y tiene fecha de entrega para septiembre del 2026. “La visión es que esta zona se desarrolle con centros médicos, consultorios, restaurantes, entre otros, y que la gente pueda tener su vida acá, sin necesidad de agarrar la Panamericana para ir al shopping o al médico”, agrega Joaquín Pertiné, de Urdapilleta Propiedades. “La llegada de un colegio de esta categoría ayudará a impulsar el desarrollo de la zona”, resalta y cuenta que además agrega valor al barrio, ya que impulsa la independencia de los chicos que pueden llegar al colegio en bicicleta o caminando.
Por la ruta 28, a 10 minutos de la autopista Panamericana y Acceso Oeste, se ubica Pueblo Cardano, el otro barrio comercializado por Urdapilleta; contará también con un colegio en la puerta, en su caso el Holy Cross. Los lotes arrancan en US$38.000 y algunos llegan a un poco más de US$80.000 estiman su fecha de entrega para dentro de 30 meses. Formado por 176 lotes que van de 750 a 1200 m², ofrecerá espacios verdes, canchas de tenis, fútbol, paddle, pileta, gimnasio, entre otros amenities.
Un poco más hacia el norte, también dentro del partido de Pilar, a 70 km de la ciudad de Buenos Aires, se ubica la localidad de Manzanares. Nacida alrededor de una estación de ferrocarril, ha tenido un amplio crecimiento en los últimos años, a raíz de los countries que se fueron instalando en sus alrededores. Poco a poco se va poblando con barrios de un tamaño menor a los anteriores, de aproximadamente 25 lotes. Los terrenos parten de los 800 m² y rondan un ticket de US$40.000. No cuentan con amenities, pero están rodeados de una zona que poco a poco se va consolidando.
Hacia el sur, por el corredor de Canning
A 40 minutos de la ciudad, la Ruta 58 hospeda al corredor verde de Canning y sus alrededores, una zona que sintió un cambio en la demanda en el último tiempo y creció también en respuesta. Damián Garbarini, director de DG Negocios Inmobiliarios describe la evolución de la urbanización en tres momentos específicos: “Hubo tres hitos que marcaron la evolución de la zona, pero nunca se calculó una explosión de estas dimensiones. Uno fue a fines de los 90 con los créditos hipotecarios que llevó mucha gente, el segundo podría ser la década ganada de la soja con las inversiones que provenían del campo entre 2005 y 2006, y el último fue la pandemia que pasó de ser una ola de crecimiento a un boom exponencial y que trajo retail, altura, media densidad, condominios, clínicas, más educación”.
En este contexto es que se desarrollaron nuevos emprendimientos, se expandieron los preexistentes y se sumaron propuestas de servicios y comercios para consolidar la zona. Hávita, San Antonio (parte del macroproyecto Canning Village) y Aluen son tres de los barrios cerrados comercializados por Toribio Achával en la zona. “En general, Canning se ha desarrollado por la facilidad de acceso, que generó un crecimiento poblacional y la necesidad de la gente de vivir en lugares seguros con verde, al que pueden acceder con facilidades de pago”, cuentan desde la inmobiliaria.
El tamaño de los lotes en estos barrios va desde van desde los 600 m² a los 1.000 m² y con precios que parten de los US$40.000 a US$60.000. Se encuentran en zonas cercanas a accesos rápidos, en general, en las inmediaciones de la Ruta 58 y la nueva Autopista Perón. La mayoría cuenta con lagunas o espejos de agua, además de zonas deportivas, como canchas de fútbol, tenis, squash, paddle y espacios de coworking.
“Es una excelente alternativa para canalizar ahorros de la manera más tradicional que tienen los argentinos (tierra y ladrillos) en un lugar que desde hace más de 20 años viene creciendo en calidad, oferta y servicios a tasas muy altas”, agregan desde la inmobiliaria. Respecto al tamaño de los barrios, tienen entre 250 y 300 lotes en promedio, salvo Aluen que cuenta con 600 aproximadamente.
En pleno corazón de Canning, existe una propuesta con amenities que van desde un ecoparque hasta bar y restaurante y un parque acuático. En la ruta 58, km 9,5, se ubica La Magdalena con una forestación centenaria y muchos espacios verdes para que las familias puedan disfrutar, es un proyecto de 203 hectáreas, distribuidas en cuatro barrios.
Con más de 200 familias ya viviendo allí, cuenta con 1170 lotes que van de 630 a 1600 m², algunos con vista a la laguna o al bosque. Los precios parten de US$46.000 y pueden llegar a los US$200.000, varían según la medida, ubicación y las prestaciones de cada terreno. Cuenta con todas las medidas de seguridad y tecnología de última generación.
“La gente hoy está comprando tanto casas terminadas, como lotes para inversión o resguardo de valor y para construir. La necesidad de vivir en un barrio cerrado sigue estando como una prioridad para mucha gente, por cuestiones como seguridad”, comparte Mariano Otalora, vicepresidente de S