San Eduardo fue un rey inglés que gobern desde el año 1042 hasta su muerte en el año 1066. Nació en 1003 como Eduardo el Confesor y fue el último rey anglosajón de Inglaterra. Es conocido por su piedad religiosa y por su construcción de la Abadía de Westminster. Fue canonizado como santo por la Iglesia Católica en 1161.
El nombre Eduardo es de origen germánico y su significado esguardián de la riqueza” o “guardián de la fortuna”. Es un nombre masculino que se ha utilizado desde hace siglos en diferentes culturas y países.
San Eduardo el Confesor (c. 1003 – 1066) fue el rey de Inglaterra desde 1042 hasta su muerte. Nació en Islip, Oxfordshire, y fue el hijo de Etelredo II de Inglaterra y Emma de Normandía. Eduardo fue conocido por su devoción religiosa, su justicia y su apoyo a la Iglesia. Durante su reinado, promovió la paz y la estabilidad en el reino, estableciendo leyes justas y manteniendo una buena relación con la nobleza y el clero.
Eduardo es conocido como “el Confesor” debido a su virtud y devoción. Fue reconocido como santo por su impacto duradero en la Iglesia y su vida piadosa. Durante su reinado, construyó y reconstruyó muchas iglesias y monasterios en toda Inglaterra, incluida la famosa abadía de Westminster en Londres.
San Eduardo falleció el 5 de enero de 1066 y fue enterrado en la abadía de Westminster. El rey Eduardo fue canonizado en 1161 por el Papa Alejandro III, y su festividad se celebra el 13 de octubre.
Su oración dice:
“Glorioso San Eduardo, tú que nos mostraste tu devoción a Dios con paciencia, gentileza y generosidad. Pide a Dios la Gracia para que podamos servirlo fortaleciendo el Reino de Dios a través de la oración paciente y ayuda a nuestros hermanos necesitados.
Enséñanos a ver en el mundo presente la preparación del otro que no tendrá fin, a juzgar los acontecimientos humanos con vistas a sus resultados eternos.
¡Ayúdanos Oh Señor Jesús! Somos tus discípulos. Ayúdanos a ser usados por ti para edificar a tu pueblo santo, ¡la Iglesia! Ayúdanos a vivir con una fe fuerte en ti, para vivir así un testimonio de obras espirituales y caridad en tu nombre.
Al único Dios que es nuestro Salvador, la Gloria, la majestad, la soberanía y el poder por medio de nuestro Señor Jesucristo, desde antes de todos los tiempos, ahora y por todos los siglos. Amén”
Otro santo que se conmemora en la Santa Iglesia los 13 de octubre es San Venancio de Tours fue un santo y obispo francés que vivió en el siglo V. Nació en la ciudad de Poitiers, Francia, en el año 330. Aunque se conoce poco sobre su infancia y juventud, se sabe que desde temprana edad mostró un ferviente interés por la fe cristiana.
Venancio recibió una excelente educación y se destacó por su erudición. Estudió retórica y se convirtió en profesor de esta disciplina en la recién fundada escuela de Poitiers. Durante esa época, tuvo la oportunidad de conocer al famoso filósofo y teólogo San Hilario de Poitiers, quien lo influenció en su vocación religiosa.
En el año 361, Venancio decidió abandonar su carrera como profesor y se unió a una comunidad monástica en la ciudad de Lérins, en la actual Francia. Allí se entregó por completo a la vida monástica y se dedicó a la oración, el estudio de las Escrituras y el servicio a los demás.
En el año 396, el obispo de Tours murió y Venancio fue elegido como su sucesor. Aunque inicialmente intentó rechazar el cargo debido a su humildad y renuencia a ejercer autoridad, finalmente aceptó la responsabilidad y se convirtió en el obispo de Tours.
Durante su episcopado, Venancio se destacó por su compromiso con la evangelización y la predicación. Viajó por toda la región, catequizando a la población local y llevando la palabra de Dios a lugares remotos. Además, se preocupó por el bienestar de los necesitados y fundó hospitales y albergues para acoger a los más desfavorecidos.
Uno de los episodios más conocidos de la vida de San Venancio de Tours es su enfrentamiento con un dragón. Según la leyenda, el santo logró domesticar a la bestia y la utilizó para realizar tareas agrícolas en su obispado. Este hecho le otorgó una gran reputación y se convirtió en uno de los santos más venerados de la época.
San Venancio de Tours falleció el 7 de diciembre del año 397. Su figura y legado perduran hasta el día de hoy, siendo considerado como uno de los principales santos de Francia. Es patrono de la ciudad de Tours y de las viñas y se le atribuye el poder de proteger contra las mordeduras de serpientes.