La normalidad de la frustración.
Mucha gente que siente que no pudo realizar sus sueños o alcanzar lo que deseaba, experimenta una sensación de frustración. Esta emoción les impide apreciar las cosas positivas de la vida y todas las oportunidades maravillosas que se presentan a diario. Además, quienes se encuentran frustrados tienden a proyectar su frustración en aquellos con quienes interactúan, como bien se explica en el libro “Más gente tóxica”.
Si queremos aprender a manejar la frustración, que tarde o temprano todos experimentamos, debemos entender que es una parte inevitable de la vida y que nadie puede evitarla o evitarla para los demás. La frustración es simplemente un obstáculo en nuestro camino que debemos superar para seguir avanzando hacia nuestras metas.
Las personas exitosas, aquellas que logran alcanzar sus objetivos, no se detienen ante las dificultades ni se dejan vencer por la frustración. En cambio, agregan un ingrediente clave a las dificultades y frustraciones: el esfuerzo. El esfuerzo es un concepto que a menudo se subestima en la actualidad, pero es fundamental para el éxito.
Por lo tanto, es importante animar a las nuevas generaciones a esforzarse por alcanzar sus metas, especialmente cuando se encuentran con obstáculos y se sienten frustrados. Solo a través del esfuerzo podrán convertir sus sueños en realidad. No debemos evitar que nuestros hijos experimenten la frustración, sino animarlos a seguir adelante y superarla.
Además, debemos tener en cuenta que la frustración no siempre es negativa. En realidad, puede ser un estado momentáneo que nos impulsa a salir de la sensación de fracaso y nos lleva a explorar nuevas posibilidades y enfoques creativos para alcanzar nuestros deseos.
En la sociedad actual, es común encontrar a personas de todas las edades con una baja tolerancia a la frustración. Estas personas se caracterizan por su impaciencia, su búsqueda constante de la satisfacción inmediata y su resistencia a aceptar límites impuestos por otros. Les importa principalmente su propia satisfacción y muestran poco respeto por los demás.
Para manejar las frustraciones diarias y alcanzar nuestros deseos más profundos, debemos recordar que la persona emocionalmente saludable y sabia sabe que la única forma de lograr sus metas es agregar esfuerzo, dedicación y paciencia a la frustración. No importa cuál sea tu deseo, si lo deseas con todo tu corazón, esfuérzate por conseguirlo y no dejes que nada te detenga.